¿Poética del exceso o tomadura de pelo? Las ganas de modernizar algunos referentes literarios, históricos o cinematográficos por parte de Baz Lurhmann tienden a dividir a la audiencia y a la crítica pero, ¿no es eso mejor que la indiferencia?
Como ya hiciera hace casi veinte años con Romeo y Julieta, el cineasta australiano toma una obra sustancial de la literatura para actualizarla en un juego pirotécnico que, a la vista de este impresionante avance, promete.
Al igual que en aquella adaptación, el director vuelve a contar en el reparto con Leonardo DiCaprio (sin duda, otro de los puntos fuertes del film) bien secundado por Tobey Maguire y Carey Mulligan quien, de aquí a un tiempo, se ha convertido en uno de los estandartes de las grandes producciones hollywoodienses.
¿Sorprenderá Lurhmann como lo hizo con Moulin Rouge o se estrellará del mismo modo que con Australia? Este próximo verano saldremos de dudas.